Una de las preguntas más recurrentes y que te pueden formular durante una entrevista de trabajo es: “¿Cuáles son tus fortalezas y debilidades? Podría usted mencionar al menos 3 de cada una”.
Esta es una pregunta que puede resultar muy desafiante e inquietante.
Definitivamente, siempre será mucho más fácil hablar de nuestras fortalezas que de las debilidades. Sin embargo, como es muy previsible te la hagan, con una dosis de planeación y preparación, puedes superarla muy airosamente y dejar una buena impresión.
Tener puntos débiles es algo normal, por lo contrario, sería demasiado extraño si no los tuvieras, por tanto, puedes hablar de ellos con tranquilidad. Eso sí, evita referirte a una “debilidad” que podría eliminarte de la competencia. Un reclutador experto no se convencerá de la idoneidad de una candidato que se refiera a sí mismo como “tímido”, cuando está buscando contratar a su “vendedor estrella”.
Las Fortalezas
Deben representar para ti una oportunidad valiosa para resaltar tus éxitos, conocimiento, experiencia y competencia. Cuando hables de ellas, ilústralas con ejemplos concretos. Por ejemplo: “Soy muy organizado, de hecho mi jefe siempre cuenta siempre conmigo para organizar las reuniones con el equipo”.
Estas son algunas de las fortalezas más valoradas por las organizaciones:
Organizado (tiene todo en su sitio), Curioso (siempre está informado), Sociable (facilita el trabajo en equipo), Adaptable (es flexible a los cambios), Creativo (parece innovador), Optimista (ve el lado positivo de las cosas), Preciso (es claro), Razonable (se expresa en números), Paciente (sabe manejar tareas tediosas), principalmente.
Las Debilidades
Hablar sobre tus debilidades durante una entrevista de trabajo puede resultarte un tanto inquietante, pero a la vez podría representarte una ventaja diferencial muy importante, en términos de objetividad y autosuperación. Como lo sabes, los reclutadores siempre quieren conocer lo mejor de sus postulantes, pero de pronto pueden sorprenderlos diciendo: «Ok. Ahora háblame de tus puntos débiles«… y he aquí una gran oportunidad para ser auténtico y dejar que tu personalidad se destaque y brille.
Por ejemplo, podrías contestar: «Soy muy detallista, conozco al detalle cada uno de los atributos de los productos que suelo ofrecer a mis clientes«.
De otro lado, existen debilidades “híbridas” que podrían considerarse fortalezas según el tipo de trabajo que realices, por ejemplo:
Carácter fuerte (tiene liderazgo), Impaciente (va al objetivo rápido), Desconfiado (no se deja engañar), Directo (va “al punto”), Distraído (es creativo), Hablador (se comunica bien), Controlador (tiene todo en orden), Empático (comprende a los demás), entre otras.
Siempre será mejor te evites mencionar puntos débiles en términos de: pereza, agresividad, mal humor, desconsideración, procrastinación, impuntualidad, apatía, etc., pueden trabajar en tu contra sin diferenciar el tipo de trabajo al que aspires.
Hablar con éxito sobre tus fortalezas y debilidades es sencillo, si te preparas bien, por supuesto. Todos tenemos debilidades, incluso las personas que te van a entrevistar. Eso sí, debes prepararte y entrenarte como lo hacen los grandes atletas y asegurarte de saber explicar y comunicar “positivamente”, tanto tus puntos débiles, como tus fortalezas, lo más objetiva e imparcialmente posible. Eso te brindará un posicionamiento de profesional razonable y persona confiable.
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